Lo de arriba va en serio. Pero una amiga me ha dejado un poema suyo para que lo cuelgue. ¿La convenzo para que me deje más? Opiniones.
Mis viejas amigas olvidadas
¿Quién me iba a decir a mí
que volverían al irte tú?
Las veo venir, se acercan a mi casa.
Aún más tristes,
cargando una ausencia
en sus espaldas curvadas.
Puntuales.
Vienen sin sorpresas
porque no son esperadas.
Informes, sin colores
vienen en silencio
sin sonido de campanas.
Inalterables
una tras otra
sin presagios
arrancando las flores de lo impredecible
a su paso monótono
vuelan los pájaros de los alambres
y el cielo cubierto de tedio
se confunde con la carretera asfaltada.
Vienen haciendo del mundo
una carretera asfaltada.
Vienen a velar
con sus rostros idénticos
con sus máscaras de nada
con el único color posible
cuando ya nadie pinta los bocetos
de las horas sepultadas.
Han llegado al marcharte tú,
son mis viejas amigas olvidadas.
Las tardes de domingo
y han encontrado abierta la puerta de mi casa.
Granate
¿Cómo podrías negar la entrada a esta amiga que tiene abierta la puerta de su casa?
ResponderEliminarGracias, Granate
Me imagino la estampa: Ella sola, bordando o haciendo ganchillo, en la penumbra, al trasluz de la ventana, por la que se vislumbra la calle y el arribo mortecino de las viejas ammigas.
Bella estampa para un íntimo dolor amargo.